Reseña | "In vitro", de Isabel Zapata

Quiero decirlo todo y saberlo todo y escucharlo todo, romper con el pacto de silencio que mantiene en aislamiento los temas dolorosos relacionados con la maternidad.

Isabel Zapata

La maternidad o, mejor dicho, las maternidades, por aquello de que no existe una sola forma de ser madre, es sin duda un tema de interés para las escritoras contemporáneas. Un asunto femenino, doméstico, que después de años de ser relegado a la sombra y al desprestigio reclama su legitimidad como materia literaria a través de las plumas de estas autoras.  

La escritora mexicana Isabel Zapata (Ciudad de México, 1984) se ha sumado a este coro de voces, del que, por cierto, dos antologías recientes dan muestra: Mucha madre (Almadía, 2021) y Maneras de escribir y ser/no ser madre (Paraíso Perdido, 2021). En su más reciente libro, la ensayista y poeta relata y reflexiona su proceso de fecundación in vitro, una forma de reproducción sobre la que aún pesa mucho desconocimiento y prejuicio. 

Si en Línea nigra (Almadía, 2020) Jazmina Barrera da cuenta de esa reconfiguración de su universo que fue para ella la maternidad y en La hija única (Anagrama, 2020) Guadalupe Nettel narra la historia de una mujer que da a luz a una bebé con discapacidad, en In vitro  Zapata añade un pliegue a ese abanico temático al abordar, a partir de su propia experiencia, la dificultad de quedarse embarazada y el sometimiento a un procedimiento médico costoso, del que su cuerpo reniega y lleno de incertidumbre. 

In vitro está dedicado a Aurelia, esa hija cuyo origen se dio en una caja de Petri, en un laboratorio: “Mi hija empezó a vivir fuera de mí”. Y que antes de ser tal, antes de que el embrión se desarrollara, de que el embarazo se lograra, era una presencia deseada pero incierta, un fantasma: “Depositamos en tu fantasma las esperanzas y creencias que tenemos sobre ti antes de que existas y sin saber si quiera si vas a existir”. El libro se vuelve así una carta, un texto con destinatario. 

De formato pequeño (dieciséis por once centímetros) e ilustrado, In vitro es el segundo libro de ensayo de Zapata, quien antes publicó en este género Alberca vacía (Argonáutica/UANL, 2019) y ha escrito también los libros de poesía Las noches son así (Broken English, 2018) y Una ballena es un país (Almadía, 2018). 

Dividido en seis capítulos a su vez seccionados en breves apartados de cinco, tres y hasta un párrafo, cuya extensión de estos últimos puede ser incluso de una línea, In vitro es un libro fragmentario. Un texto en pedazos como el procedimiento bajo el cual la narradora y protagonista dio vida a Aurelia:

“Durante largo tiempo pensé que el gusto por los géneros mínimos, por los fragmentos, por lo minúsculo, por lo que ocurre in vitro, era un defecto que me hacía desviarme de los grandes temas. Una falla de carácter. Hasta que me di cuenta de que mi deseo habitaba precisamente esos espacios reducidos. Mi vida se reconfiguró a partir de un embrión que supo multiplicarse, sin desbordarse, hasta formar los órganos de mi hija”.

Una fuerza acuosa, un tsunami, atraviesa las poco más de 200 páginas de In vitro: la experiencia de la maternidad. Si para Jazmina Barrera convertirse en madre es equiparable a un movimiento telúrico, a un terremoto, para Zapata es una ola que hay que surfear. “El agua es el agua pero no es el agua, es un anhelo por cambiar de forma”. “Yo soy el acuario ahora. La medusa eres tú”

La maternidad ha transformado tanto a la narradora que tras el parto se ha convertido en una “hija de sí misma”. En otra.    


Aquí puedes leer la reseña que escribí sobre La hija única, de Guadalupe Nettel. 





Comentarios

Entradas populares