Reseña | "Llega la negra crecida", de Margaret Drabble
Claude, su ex
marido, semipostrado en una cama articulada y prácticamente imposibilitado de
salir de casa; Josephine, una profesora de literatura que vive en una sofisticada
casa para ancianos; Theresa, su amiga de la infancia que padece un cáncer
terminal, así como el decano historiador Bennett Carpenter, quien pasa sus
últimos años en las islas Canarias, son algunas de las personas que de alguna u
otra manera están presentes en la vida de Fran.
En su mayoría
académicos que han dedicado su vida al arte, la literatura o la historia, los
protagonistas de Llega la
negra crecida son seres
consientes del estado de sus cuerpos y sus mentes, del
deterioro que el paso de los años ha traído consigo: de los fallos de su
memoria, del cansancio y del dolor cada vez más frecuentes. Seres que, sin
embargo, no han perdido del todo la vitalidad y tratan de vivir lo mejor que
pueden. Fran, por ejemplo, está convencida de que, aunque ya no tiene la regla,
sigue siendo la mujer de siempre, “la que antaño fue la chica sangrante”.
La vejez, con su inevitable cercanía de la muerte, es el tema de este libro firmado por la gran escritora británica Margaret Drabble (Sheffield, 1939), de la que Sexto Piso ha editado, con ésta, dos de sus novelas. “De la vejez sólo se escapa muriendo joven”, como dice Claude, el ex marido de Fran, y los que llegan a ella deben soportar “las humillaciones de la edad”. Sobre todo en una época en la que, como reflexiona Fran en algún momento, hay un empeño por alargar la vida de las personas mayores que atenta contra su dignidad:
“(Fran) No puede evitar ver la vida como un viaje, como una peregrinación, de hecho. No está muy de moda en la actualidad, pero es su planteamiento. La vida tiene un destino, un final, unas últimas palabras. No deja de asombrarla y de atormentarla que ahora, en pleno siglo XXI, estemos inventando incontables maneras de diferir la sensación de llegada, la sensación de llegar a un final preciso. Sus inspecciones de modelos en constante evolución de centros especializados y residencias de ancianos la han hecho tomar conciencia de los infinitos aplazamientos y mecanismos, agudos, complejos e inhumanos, que creamos para evitar y negar la muerte, para evitar cumplir nuestro sino y alcanzar el destino último. Y el resultado, en muchísimos casos, ha sido que al final llegamos al momento de despedirnos y dar la bienvenida al más allá no con buena disposición sino inconscientes, incontinentes, dementes, medicados hasta la amnesia, la afasia, la indignidad. Viejos idiotas que no tuvieron el valor de tomarse ese último whisky y prenderle fuego a las sábanas con el último cigarro” (p. 32).
Sin embargo,
no todos tienen el alivio de ser demasiado viejos para morir jóvenes: a veces la
muerte llega sin previo aviso y se lleva a quien menos imaginábamos. Pérdidas
inesperadas y sobrevivencias también inesperadas hay en este libro que nos
recuerda lo irónica que
llega a ser la muerte y su capacidad para estremecernos en cualquier circunstancia.
Drabble narra ese “viaje a lo desconocido” que es envejecer con gran sensibilidad y una erudición asombrosa. De manera sutil, jamás forzada, va hilando los sucesos que ocurren a sus protagonistas con citas de autores que han escrito en torno al tema. En su relato, las alusiones a Simonede Beauvoir y a Samuel Becket resultan de lo más pertinentes. A propósito: el título de la novela, que a primera vista puede parecer extraño, fue tomado del poema “El barco de la muerte”, de D. H. Lawrence, el también autor de El amante de lady Chatterley: “Despedazado muere el cuerpo, y el alma tímida / ya pierde pie cuando llega la negra crecida”.
Aunque en una
parte del libro la autora comenta que “vida y narrativa disponen de muchos trucos
y sorpresas”, en su novela no hay grandes dramas ni vueltas de tuerca metidas
con calzador. El curso que toman los acontecimientos, el destino de sus
protagonistas, se percibe como natural, como si no pudiera ser de otra manera.
La prosa de Margaret Drabble no es artificiosa, es profunda y reflexiva; de una
admirable empatía. Mientras que sus protagonistas tienen, en efecto, algo de
heroicos, ya que han decidido enfrentar con la mayor dignidad posible los
sinsabores de la vejez. Así como la cercanía de la muerte.
Título original: The Dark Flood Rises
Año de publicación: 2016
Edición: Sexto Piso, 2018 (trad. Regina López Muñoz)
Páginas: 336
Precio: $280.00
ISBN: 978-84-16677-60-3
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